La historia de la desaparición del cadáver de la enfermera Marilyn Pérez, develó una serie de irregularidades en la disposición final de cadáveres en Barranquilla, situación que persiste, pese al llamado de atención que hizo la Procuraduría y al requerimiento a la Secretaría de Salud para poner orden en el asunto.

Es la historia que inició con una denuncia, pero que terminó con la develación de un episodio en el que se involucra el mal manejo de los cuerpos de las personas fallecidas en medio de la pandemia, sean positivas o no de Covid-19. Fueron finalmente cuatro familias las que terminaron “con velas” en este asunto.

Además de Marilyn Pérez, están en la historia Javier García y Orlando Carrillo, que fueron los dos cadáveres fotografiados por el esposo de Marilyn en la morgue de la Clínica El Prado cuando buscaba el cuerpo de su  mujer, y el de José Muñoz, el hombre cuyo cuerpo ni fue recibido por su familia.

Familiares del señor Orlando Carrillo, de 79 años de edad, dijeron a Zona Cero que el adulto mayor murió el pasado lunes a causa de una isquemia.

El lunes, según los protocolos de bioseguridad establecidos por las autoridades de salud, la Funeraria Jardines de la Eternidad no les permitió verificar que el cuerpo que se sepultaba era el de su abuelo.  

Dos integrantes de la familia estuvieron en el sepelio en el Cementerio Jardines de la Eternidad, y con una video -llamada, los demás familiares vieron el sepelio.

Cuando ya todo había terminado, y la familia Carrillo pensó que había dado cristiana sepultura al adulto mayor, una llamada de una conocida los alertó para decirle que habían enterrado a otra persona y que don Orlando, aún estaba en la morgue de la Clínica El Prado.

La sorpresa para la familia era mayúscula pues en la Clínica no le respondían a sus preguntas y en Jardines de la Eternidad aseguraban que no podían hacer la exhumación respectiva.

“Jardines de la Eternidad decía que era culpa de la clínica. Ellos se están tirando la pelota. Cuando vinimos a la clínica se burlaron de nosotros”, dijo el joven Mateo Carrillo, nieto del adulto mayor.

“Hay dos cuerpos desaparecidos y el cuerpo de mi abuelo lleva 48 horas en la morgue sin darle cristiana sepultura”, anotó.

Este miércoles, después de 5 horas de espera, el director administrativo de la Clínica le pidió a los familiares de las cuatro personas fallecidas, en una breve reunión, “esperar” una solución al problema que generaron conjuntamente con la funeraria.